Antigüedad
La historia del circo se remonta el legado cultural dejado por algunas
de las civilizaciones antiguas, desde el lejano oriente (China, Mongolia, India, etc.),
hasta el occidente próximo (Grecia, Roma, Egipto, etc.). En estas sociedades,
aproximadamente 3.000 años atrás, algunas de las actividades que hoy
relacionamos como parte del contenido circense, como la acrobacia, el
contorsionismo o el equilibrismo, tenían una
utilidad altamente relacionada con la preparación de guerreros, con los
rituales religiosos y con las prácticas festivas (Viveiro de Castro, 1998).
De acuerdo con los antropólogos Blanchard y Cheska (1986: 67), la práctica
de la acrobacia se remonta a la cultura mesopotámica, con un
pasado de más de 3000 años. En ese momento, según estos autores, el acróbata
competía «consigo mismo, con las fuerzas de la naturaleza y con sus propios
compañeros de tribu» (op. cit.:
87).
Paralelamente en China, el «arte
acrobático», o simplemente la acrobacia, «tiene una historia milenaria»,
superior a los 2000 años, conforme prueban los hallazgos arqueológicos. Según los
apuntes de David Marfil (2004),
unas de las pruebas más antiguas del la existencia del circo es un grafiti encontrado
en Egipto en la tumba
de Ben Hassan con fecha
aproximada de 2040 a. C.
Tal y como señalan De Blas y Mateu (2000), en el antiguo oriente (3.000
años atrás aprox.), los malabaristas y acróbatas ya viajaban juntos en troupes,
utilizando todo tipo de objetos, tales como armas (instrumentos típicos de las artes marciales), juguetes
infantiles (diábolo, bastón del diablo),
utensilios domésticos (jarrones de porcelana), que lanzaban y recibían con
diferentes partes del cuerpo, por ejemplo.
Por otro lado, en Grecia, los gladiadores en su
búsqueda particular por demostrar gran fuerza, realizaban juegos malabares con
objetos de gran porte (en su mayoría pesados), como las ruedas de los carros,
por ejemplo. En la cultura griega, y en otras
del mismo período, las mujeres también «malabareaban», como se puede apreciar
en algunas ánforas y jarrones
griegos o en los grabados de las tumbas egipcias. Además, en otras
civilizaciones antiguas, como la China y otras de la América Central y del Pacífico Sur, las
mujeres también participaban de este tipo de actividades, como bien ilustra el
famoso caso de las islas Tonga (Pacífico
Sur), donde las niñas (solamente mujeres) hacían, y todavía hacen, malabarismos
con grandes nueces denominadas tui tui, y donde el éxito de su acto
malabarístico tiene consecuencias sociales importantes, respecto al matrimonio,
a las posibilidades de ascensión social, etc. (op. cit.). Con los primeros viajes
a América llegaron
noticias de las costumbres indígenas, como en el caso de los Aztecas,
especializados en el antipodismo (malabares
con los pies), y los Shoshoni del Sur de California, donde los
malabares hacían parte de los juegos de los niños como por ejemplo en carreras
de velocidad mientras manipulaban tres pelotas (op. cit.).Con todo, fueron los romanos que en la antigüedad dieron
el nombre «circo» a las actividades de entretenimiento, o mejor
dicho, a los espectáculos públicos. Según el diccionario de la Real Academia Española de la
Lengua (1992: 480), el circo era «el lugar reservado entre los romanos para
algunos espectáculos, especialmente para las carreras de carros y caballos.
Tenía comúnmente forma de paralelogramo prolongado, redondeado en uno de sus
extremos, con gradas alrededor para los espectadores». Además de las carreras,
en el circo romano, los desafíos concentraban los duelos de vida y muerte,
entre hombres y animales, un concepto parecido al que tenemos en la actualidad
(corridas de toros).
ARTISTAS CELEBRES:
Charlie Rivel - (Payaso) ,
Eduardo
Cardenal - (Equilibrista),
Harry
Houdini - (Escapista)
EL
GRABNDE
No hay comentarios:
Publicar un comentario